Nací italiana de pura cepa y sangre Romana, con esa pasión y cierta locura de mi tierra. Llevo conmigo una cesta de recuerdos y largas vivencias ligadas al sur de Francia y París, y siento la brisa del mar cuando amanece y mis pies descalzos agarrarse a sus aguas como cuando era una niña. Aunque pasé la mayor parte de mi juventud en Madrid, me posé eventualmente en las tierras y en el latido de Botswana y volé durante unos años sobre la ciudad de los rascacielos y del jazz, que alimentó mi mente y mi imaginación a los 19 años. A día de hoy sigo siendo una mujer menuda, nadando siempre como un salmón contra los ríos más impetuosos, que solo sabe hacer con sus manos lo que vive dentro de ella.

Soy escritora y cocinera. Amo la historia, la música y el arte, el siglo XIX del que me siento habitante, las antigüedades y representar escenarios con una estética que pinta mi interior. Siempre aprendiendo y dispuesta a compartir y celebrar mi amor por la vida. Junto a Ricks, porque yo nunca hubiera dejado Casablanca por la apacibilidad del señor Laslow.